AUTOESCUELAS Y NATALIDAD, una sencilla relación

¿Cómo afectará la baja natalidad en la expedición de nuevos permisos?

La gráfica es reveladora. De los cerca de 700.000 nacimientos anuales que tenían lugar en la década de los 60 y 70 hemos pasado a movernos alrededor de los 400.000 anuales, exceptuando los años inmediatamente anteriores al estallido de la crisis y debido principalmente al incremento de población activa procedente del extranjero, quienes mayores datos de natalidad aportaban al conjunto nacional. A partir del estallido de la crisis, el escaso dinamismo laboral hizo que muchos de esos ciudadanos extranjeros abandonasen el país, y que las cifras de nacimientos vuelvan a situarse en la actualidad alrededor de los 400.000 nacimientos anuales, y disminuyendo año a año. Esto supone una caida de más de un 40% de nacimientos a lo largo de las últimas décadas, lo que está teniendo reflejo en la problemática de las pensiones y en las dificultades de muchos sectores de actividad, incluido el de las autoescuelas.

 

¿Qué ha pasado con el número de carnets de conducir expedidos en este tiempo?

Que ha caminado parejo al dato de natalidad. El boom del automóvil en España comienza en la década de los 70, y se consolida durante los 80. La mejoría económica y de infraestructuras, la emigración de los pueblos a las ciudades y la incorporación de la mujer al mundo laboral, hicieron casi necesario disponer de un automóvil con el que desplazarse de forma autónoma y segura. Inherente al automóvil, los permisos de conducir también experimentaron un “boom” similar, que llevó a mantener altas tasas de expedición de carnets de forma constante e ininterrumpida hasta los últimos años de la década de los 90. Es con la entrada del nuevo siglo cuando el número de carnets expedidos vuelve a experimentar un nuevo record si cabe, estableciendo una media record de un millón de carnets anuales expedidos durante el período 2000-2006, y un pico máximo de más de 1.200.000 carnets expedidos en los años 2005-2006. El excepcional ciclo económico de España, la alta inmigración de población joven procedente de otros países y la todavía importante demanda interna de futuros conductores de todos los rangos de edad, hicieron que, a pesar de la constante caída de la tasa de natalidad, la demanda de permisos de conducir alcanzara su máximo histórico y se mantuviera batiendo sus mejores registros durante casi una década.

 

 

¿Y la crisis?

Ahí fue cuando el anterior ciclo de bonanza terminó de forma abrupta. Si bien en los años 2007 y 2008 hubo una ligera disminución del número de nuevas expediciones, provocado por los propios altibajos del negocio (una vez el mercado está "saturado" de carnets, puede llevar un tiempo hasta que la demanda se recupere con nuevos jovenes cumpliendo la mayoría de edad), no fue hasta 2009 cuando la expedición cayó en picado, prolongándose hasta los años 2011 y 2012, momento en el que tocó sus mínimos y se estabilizó. Desde entonces se aprecia una ligera mejoría anual, pero muy lejana de los datos que se manejaban con anterioridad a la crisis. La disminución de los nacidos a finales de los 90 (quienes ahora se encuentran rondando la mayoría de edad), la vuelta de muchos inmigrantes a sus países de origen, el menor presupuesto disponible en los hogares y el hecho de que la gran mayoría de la población española mayor de edad ya disponga de carnet de conducir, han hecho que el número de personas demandantes de carnets de conducir baje de forma notoria, y que su perfil de edad más habitual (18-30 años) sea cada vez más joven.